Me sirvo de vos,
como cuando cazan a un tigre
tener de trofeo tu piel en mis brazos,
no serás alfombras de mis pies mojados,
Quizás sirvas de abrigo cuando me venga un maldito recuerdo,
de esos felices cuando creíamos ser iluminados.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario