algo que escribi hace mucho tiempo, tambien

Tenía los cuadros colgados, expuestos. Yo estaba expuesta, mis gestos se habían exagerado, magnificados por dos pitadas de flores nuevas para mí. Mi organismo limpio exagero mímica. Yo era una actriz en ese momento y había cierto espectáculo. Te conocía o tal vez no, te vi.
Alguien se acerco me pregunto quien vendía, yo me levante de mi silla y grite yo vendo!!!La gente me aplaudió y hubo risas. Quien vende que cosa? respondí.
Yo vendo mis cuadros.
Silencio. Intercambiamos palabras, música, letras, poesía, intercambiamos un dialogo inconexo, palabras repentinas, asombro y orgullo.
Trueque de letras, halagos y risa.
Mas tarde fue Kerouac y entendí todo, entendí la horda de palabras, la verborragia, entendí la ayuda mutua, fuimos hermanos por semanas, construimos una relación divina en halo de luz y oscura.
Los subterráneos, se hablo de drogas, de limpieza, de hippys, anesteciamiento.
Enmudecí de repente por horas , desepulte mi bicicleta. Escuche, abrí los oídos.
Recordé a Candido de Voltaire y quise abrazarte.
Hubo fascinación y comedia. Desbloquee mi habla, pude ser irrefrenable y no lo fui, paranoia al máximo. Venia de un bozal, de la velocidad en carreteras, venia de la física y cero espíritus, ganaba la corporeidad y quemar gasolina.
Actuando por dejadez, me elegían, yo no elegía. Todo era plano, avistaba desierto todo el tiempo, por eso mi gran consumo de agua, hidratada en cuerpo, deshidratada en espíritu. Pasaron miles de trenes y no hay barreras, venia de una velocidad consumada, del viento en la cara y la conformidad. Entregando palabras al viento, arrollando mi habla a tus ruedas.
Es por eso que deje mis armas, gano el olvido, no hubo extrañeza, si abandono sano.
Conozco lo que me hace mal y lo reitero, reelaboro varias veces la locura. En la reiteración se basa mis obras, cuando salgo de las esferas, rompo el esquema. No hay desierto tan frió como el que habite, y el sol ardía mal.Ahora hay pura selva, igual llevo el machete, para abrir paso.